Buscar

Ventajas de Practicar Fútbol en la Infancia

Colegio Aída Rodríguez Sánchez
2 nov 2016
2 Min. de lectura

El fútbol es uno de los deportes más practicados y seguidos en el mundo. Niños, niñas, adolescentes, adultos y abuelos se proyectan al campo para, según las posibilidades de cada uno, pasar un momento de máxima concentración y, principalmente recreación.

Este deporte no solo incrementa entusiasmos entre sus seguidores desde las gradas, sino que igualmente contribuye a nuestro cuerpo con múltiples beneficios a quienes se ponen las botas de fútbol y saltan al campo de juego. Al mismo tiempo, es uno de los deportes estrella en los colegios de todo el mundo, donde juegan niños y niñas.

El fútbol no solo es un deporte de multitudes sin mas, es una diciplina que contribuye beneficios para la salud y el desarrollo emocional de los niños que lo practican.

Es la mejor opción para los niños hiperactivos, porque les ayuda a obtener diciplina, capacidad de organización y concentración. Asimismo cada vez es más usual este deporte en niños autistas o con síndrome de Asperger por los múltiples beneficios que se observan en su conducta.

Ventajas psicológicas para los niños que practican fútbol:

Los niños adquieren valores: La practica del fútbol potencia el espíritu de superación y sacrificio, genera autoestima en el niño, le aporta diciplina, capacidad de trabajar en grupo y de esforzarse.
Desarrollo de capacidades emocionales y de aprendizaje: Los niños potencian su capacidad lógica para pensar en la jugada mas adecuada, ayuda a los niños a socializar, a aprender a perder y a tolerar la frustración.
Desarrollar la capacidad de los pequeños de informarse acerca de cosas que no saben del medio que les rodea.

Ventajas psicológicas para los niños que practican fútbol:

Aumenta potencia muscular en las piernas y ayuda a los niños a tener más potencia en los saltos.
Estimula la coordinación motora: Los niños controlan mejor su cuerpo y ganan en equilibrio, fuerza y buena postura.
Aumenta la densidad ósea en el fémur.
Mejora la visión periférica: Los niños han de poner atención en no sólo en lo que tienen delante sino en lo que ocurre a su alrededor.
Mejora la capacidad cardiovascular y oxigena la sangre.